viernes, 8 de febrero de 2008

Resumenes sobre conversaciones de Yoga de TKV Desikachar 13

Avidya tiene relación con la acción. No se puede estar inactivo en la vida, sea cual sea la calidad de la acción. Aun no actuando, produ­ce consecuencias. Esto es muy importante, ya que depende del poder o potencia de avidya para que nuestras acciones tengan efectos posi­tivos o negativos. Por el resultado de ellas, vemos si han sido oportu­nas o no. Hay dos clases de acción: una es para reducir avidya ayu­da a esta comprensión cuyo origen se encuentra en purusa, y que es verdadero entendimiento. El otro aumenta avidya. Podemos lo mis­mo aumentar avidya alimentándola, o podemos reducirla por inani­ción. Nuestras acciones pueden servir para animar o desanimar avidya. Todo lo que hacemos en yoga tanto si es asana, pranayama, dhyaina, asegurar la observación o preguntar, apuntan a reducir avidya.
Cualquier acción efectuada puede mostramos el resultado inme­diatamente o después de un tiempo. Una acción también puede tener un resultado inmediato favorable o desfavorable. Puede también de­jar un «residuo» que puede afectar a acciones posteriores. Es pues, un proceso continuo; una acción influye en otra ad infinitum. Por es­to debemos tener cuidado durante el mismo proceso de acción. Una manera con la que podemos prever acciones negativas, acciones que podemos lamentar, se llama dhyiina. En este contexto la palabra dhyana significa «reflexión». Por ejemplo: cuando nos preguntamos sobre una línea de conducta a seguir, la reflexión consiste en imagi­nar una línea de conducta diferente y opuesta. Podemos luego comprobar qué consecuencias se siguen de esta línea de conducta di­ferente. Si -es una acción consistente en la práctica de asana o estudio de sí mismo o una decisión fundamental que hay que tomar. Aun cuando estemos muy seguros de nuestra acción planeada, es en este momento cuando debemos reflexionar. Debemos imaginar una ma­nera de actuar completamente opuesta, así como sus ramificaciones. Luego retroceder hacia el plan original para ver hasta qué punto esta­mos en lo cierto. Este dhyana es un tipo de meditación quieta, a tra­vés de la cual podemos evitar ciertas acciones lamentables. Ello, nos da la ocasión de examinar nuestras acciones desde una cierta distan­cia.
Esto refuerza otro aspecto importante en yoga: Independencia. yoga nos hace svatantra. Sva significa «sí mismo». Tantra significa «técnica». Utilizamos nuestros propios sistemas, nuestros propios métodos. Nos gusta ser independientes, pero muchos de nosotros de­pendemos de otros: Psicólogos, gurús, maestros, drogas, etc. Aun­que una consulta o consejo es útil antes de elegir una dirección, no hay duda de que finalmente somos el mejor juez de nuestras propias acciones. Nadie está más interesado en mi, que yo mismo. Este es el concepto dhyana: Examinar el punto de vista opuesto como medio de evitar acciones lamentables.

No hay comentarios: