martes, 19 de febrero de 2008

Resumenes sobre conversaciones de Yoga de TKV Desikachar 16

Duhkha se mueve en un círculo vicioso. Cuando vemos algo que queremos y podemos conseguirlo, no hay duhka. Si, por el contrarío somos incapaces de obtenerlo empieza duhka. Muy a menudo las personas tienen este tipo de duhkha, cuando intentan mejorar su vida. Están tan sedientas por comprender que son incapaces de con­seguir el entendimiento tan de prisa como desean. En nuestros gran­des versos en sánscrito o Tamil, o en otra literatura india, tenemos muchas historias sobre personas esforzadas en mejorar. Tienen tal precipitación sin resultados, que desarrollan duhkha. Esta forma de duhkha con la que vemos algo que queremos pero somos incapaces de tenerlo, se llama parinama-duhkha. También puede darse cuando nos sentimos fuera de lugar en una nueva situación. Por ejemplo:
Desconozco las costumbres americanas y soy incapaz de comprender a la gente. Me siento incómodo. Otro ejemplo: Veo una cámara fo­tográfica en una tienda. Quiero comprarla porque es preciosa, pero no llevo dinero. Deseo que alguien pueda prestármelo. Esto es tam­bién tapa-duhkha. Es mejor explicarlo con un ejemplo: Estoy habi­tuado a los platos indios como los que se cocinan en Madrás. Pienso que los mismos platos pueden ser preparados aquí por buenos coci­neros, pero no son tan buenos como los preparados por mi madre. Luego pienso, ¡ah ... cómo desearía tener iddlis cocinados por mi madre! Si no los tengo no puedo estar satisfecho. Tapa es semejante a sed. Otra forma de duhkha es samskara-duhka. Estamos acos­tumbrados a ciertas cosas y no podemos vivir sin ellas. Estamos con­dicionados por ciertos hábitos y cuando son interrumpidos nos senti­mos incómodos. Esta forma de duhkha proviene de nuestras propias acciones que nos han colocado en raíles donde nos sentimos felices y confortables. Cuando no podemos continuar en ellos, nos sentimos confusos. Algunos de los raíles sabemos que no están bien colocados, pero el esfuerzo requerido para salir de ellos, es también duhka. Es por esto que a veces es difícil dejar de actuar de una manera deter­minada que reconocemos como incorrecta. Parar un movimiento ha­bitual es muy doloroso y nos incomoda. Debemos reconocer,estas in­comodidades de la mente y alejarlas.