A menudo la gente respira solamente con el abdomen sin ensanchar el pecho. Otros no utilizan el diafragma a causa del exceso de peso, o porque están demasiado tensos. Las personas tensas o asmáticas apenas pueden utilizar el pecho o el abdomen. En tales casos debemos utilizar otras técnicas de respiración. Idealmente, nuestra técnica es ensanchar el tórax y abdomen cuando inspiramos, Y contraer el abdomen al espirar. Esta técnica de respiración es otro modo de 'mejorar la calidad de nuestra práctica de yoga. Tenemos ahora, pues, una coordinación entre respiración y movimiento, como una técnica especial de respiración.
Nuestro próximo paso nos permite sentir la respiración tanto en la inspiración como en la espiración. Con ello mejoraremos gradualmente la calidad de nuestra técnica de respiración. Esta técnica es también consciente y no automática. Cuando se respira rápidamente por la nariz, se crea un sonido, pero no puede sentirse la calidad de la respiración.
Esto es verdad tanto si hemos respirado uniformemente como no. Para darnos un sentimiento de uniformidad y suavidad cuando respiramos, ponemos una restricción en la garganta produciendo un sonido. Esto se da porque tenemos una válvula en la garganta que cerramos parcialmente para controlar la respiración. Medimos el control por medio del sonido. Este sonido es producido uniformemente durante la inspiración y espiración dando la posibilidad de oír, tanto como sentir, la respiración, cuando trabajamos hacia ciclos más profundos y largos.
Hay dos ventajas usando esta técnica. Uno, estamos más atentos en el fluir de la respiración, y tenemos una mayor concentración en la asana.
En segundo lugar, el sonido en la garganta nos dice cuando hay que parar o cambiar una asana.
Hacemos asanas de dos maneras: Dinámicas y estáticas. Al principio de la práctica hacemos asanas de manera dinámica. Nos doblamos hacia delante tocando el suelo e inmediatamente nos levantamos. Esta es la única posibilidad para un principiante ya que si está durante tiempo tocando el suelo puede tener problemas. Los movimientos dinámicos conducen a la segunda fase, a las posturas estáticas. Después conducen a más largos períodos de firmeza y alerta en las posturas (sthira). Los principiantes a menudo tienen el problema de desconocer cuantas veces conviene repetir una postura. Por ejemplo, si estando de pie se les pide doblarse hacia delante y tocar los dedos gordos, y volver a levantarse con un total de doce veces, cómo pueden saber que doce es el número adecuado? Las piernas pueden fatigarse, el esfuerzo puede ser excesivo o sentir dolor en la espalda, aunque el dolor no es siempre inmediato al ejercicio. Ninguno de estos síntomas son buenos indicadores, de nuestros límites. Sólo la respiración puede determinar esto. Mientras podamos respirar suavemente con el sonido de la garganta, estamos sin límites en el cuerpo. En el momento en que necesitemos tomar una pequeña respiración por la nariz sin mantener el sonido en la garganta, debemos detenernos. Naturalmente, estos principios de práctica no deben ser introducidos el primer día ya que la práctica del yoga es muy gradual
jueves, 29 de noviembre de 2007
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